Discutir desde
TER la “Expropiación de YPF”, significa analizarla en los marcos de las
supuestas medidas de “soberanía nacional” del kirchnerismo, como lo son
Malvinas y la Megaminería
y comprender las evidentes limitaciones de esta medida en el marco de la clara necesidad
de parte del estado de superar la crisis energética, conseguir una mayor
competitividad y aumentar el superávit fiscal para seguir garantizando el
modelo.
En relación a
esto, se entiende la medida tomada por Cristina el 16 de Abril, como una táctica
que comienza cuando distintos gobiernos provinciales productores de
hidrocarburos, anunciaran la quita del manejo de algunos yacimientos para
reducir el precio de las acciones, que luego el estado compraría (51%), mediante
la “expropiación”, pago de por medio, a la trasnacional española Repsol.
Más allá de la
discusión sobre si esta medida es progresiva o no, lo cual no entra al núcleo
del debate, desde TER cuestionamos el carácter limitado de la expropiación, el
cual se evidencia en algunos puntos: el gobierno nacional no toma la decisión
de expropiar el total del conjunto de las acciones de la multinacional (más allá
de las de Repsol) sin avanzar hacia la creación de una empresa estatal, continuando
la relación de dependencia con la empresa privada. Esta “expropiación” es más
una compra, que una verdadera expropiación que además no toca las acciones del
Grupo Eskenazi, apadrinado por Néstor Kirchner.
Por eso desde
TER creemos que esta medida no es ni una muestra de verdadera soberanía
nacional ni rompe con la dependencia del modelo extractivista kirchnerista. Así
como cuando se planteaba la discusión de Malvinas afirmábamos que la cordillera
también era argentina, cuando discutimos YPF se nos hace mucho más evidente esta
comparación. Sobre todo cuando las universidades sufren un déficit
presupuestario constante, donde el 6% del PBI no alcanza, evidente en las
condiciones edilicias, el hacinamiento, la faltante de becas, la arancelación
de las materias, etc. Esta situación obliga a las universidades a buscar
recursos privados, como son los fondos de la megaminería, que no solo no
resuelven el problema sino que además nos atan de pies y manos a las distintas
empresas privadas, que violan reiteradamente la autonomía universitaria,
consecuente con el avance de las acreditaciones de la CONEAU.
Por eso desde
TER decimos que para avanzar hacia una verdadera soberanía nacional hay que
luchar por:
- La estatización total de YPF, sin pago,
bajo el control de los trabajadores y el pueblo
- El Rechazo de
los fondos de la
Megaminería.
- Por el aumento
presupuestario único y estatal en base al no pago de la deuda externa.
- Por la
derogación de la Ley
superior de educación y el rechazo a las acreditaciones de la CONEAU.